La última vez que nos
vimos,
acababan de separarnos
en dos,
estabas mirándome como
yo te miraba a ti
Y me resultabas
conocido,
pero no podía
reconocerte...
tenías sangre en tu
rostro y yo sangre en mis ojos.
Pero podría jurar por
la expresión en tu cara
que había dolor en tu
alma,
el mismo dolor que en
la mía.
Es el dolor que corta
exacto a mitad del corazón,
Le llamamos
"amor"...
Hedwing and the Angry Inch es uno de esos clásicos de temática que cada tanto uno vuelve a mirar algún domingo a la siesta.
Este tema en particular de su banda sonora y la historia que cuenta, en su momento marcó una etapa muy particular de mi vida, como creo, lo hace ahora nuevamente. Sigo eligiendo creer que pese a todo, no sé si una media naranja, pero alguien que nos complemente, está suelto ahí afuera... ojalá que al momento de encontrarnos, seamos capaces de reconocernos.
0 descorrieron el telón:
Publicar un comentario