Propongo un pacto entre vos y yo...
de manera tal de evitarnos futuros malos entendidos y posibles confusiones.
Alguien una vez me dijo: "al
fin y al cabo solo soy humano" y en ese momento, sonó bien... incluso fue
de alguna manera reconfortante. Sirve pensar que por el hecho de ser
simplemente humanos, fallamos, nos equivocamos, hacemos todo al revés pero
después de todo, nuestra condición meramente "humana" nos da esa
licencia, esa especie de permiso o libertad para el margen de error.
Hoy descubro, por voluntad propia y
un poco a fuerza de las circunstancias, que no es tan así... que es una
excelente manera para justificar todo aquello que salió "mal" o no
resultó de la manera que esperábamos. Por el hecho de no ser mas que humano,
aceptamos el tan conocido "termino medio" conformándonos con dar de
nosotros mismos hasta cierto punto, porque ya después, seguir entregándonos e
insistiendo, continuar presentándole batalla a lo que sea que la vida nos
presente, nos excede. Requiere que nos arriesguemos a ganarlo todo con la gran
posibilidad de perderlo todo también... incluso a nosotros mismos.
Y damos pasos al costado, atrás...
hacia todos lados menos adelante.
Por eso, te propongo un trato, un
pacto... tratemos que este humano donde vivimos aprenda a encontrar el
equilibrio: sentiré y seré siempre un corazón sincero, hablaré de mis dudas
cuando las sienta y le haré saber cuando empiece a sentir dolor, sin importar
quien me lo infringe... siempre y cuando vos me acompañes y le seas sincero, le
ayudes a pensar con claridad y le recuerdes actuar y tomar decisiones en base a
los dos: vos y yo.
Si estás de acuerdo, cerebro, este es el comienzo de una gran amistad...
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