27 abr 2012

Vermouth con papas fritas y ... GOOD SHOW!!!...

En algún momento, ya sea contemporáneo a la epoca en que se transmitía el show de Tato Bores o posterior a él, leímos o vimos algunos de sus famosos monólogos y si bien no sea del gusto y agrado de todos; no puede decirse que en más de una oportunidad, el hombre tenía razón... 
Mauricio Borensztein, tal su verdadero nombre, fue uno de los grandes humoristas argentinos y hoy hubiese cumplido 85 años.



La culpa la tiene el otro.

La culpa de todo la tiene el ministro de Economía  dijo uno.

-¡No señor! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores.

-¡Mentiras! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuesto.

-¡Falso!  dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.

-¡Pero, por favor...!  dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la tienen los de la patria financiera.

¡Calumnias! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.

¡Se equivoca! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba "Haga su propio curro" pero que, en realidad, sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.

¡No es cierto! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.

¡Eso es pura maldad! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que no nos dejaron nada.

¡Patrañas! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.

¡Perversos! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista.

¡Verso! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.

¡Malvados! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.

¡Racistas! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.

¡Blasfemia! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.

¡Error! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.

¡Infamia! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.

¡Me ofenden! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tienen los policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.

¡Minga! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.

¡Desacato! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y los salvadores de la patria.

¡Negativo! dijo un coronel  mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.

¡Ustedes están del coco!  dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir.La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.

¡Embusteros! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial.La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.

¡Censura! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.

Thats not true!  dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida. The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the cat .

¡Infundios! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.

¡Ridículo! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.

¡Cobardes! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces.

¡Paren la mano! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro.

¡EL Otro siempre tiene la culpa!

¡Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro.

Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar: Qué flor de guacho que resultó ser...!!

26 abr 2012

Edith y su vida en rosa...


No fue casualidad que despues de ver por primera vez a Edith Piaf, el Gorrión de París, interpretando "Non, je ne regrette rien" pensara que detrás de esa mujer sin duda había una historia que merecía ser contada. Efectivamente, la hay. 




 Marion Cotillard en la escena final de "La môme" dirigida por Olivier Dahan


 http://www.labutaca.net/films/51/lamome.htm

Las trampas del tiempo



... Ahora este hombre, mutilado de ella, quisiera recordarla como era.
Como era cualquiera de las que ella era, cada una con su propia gracia y poderío, porque esa mujer tenía la asombrosa costumbre de nacer con frecuencia.
Pero no. La memoria se niega. La memoria...
                                                                                        
                                                                        E. Galeano


Visibilidad

En uno de los recesos dentro del día laboral, charlábamos ayer con dos compañeras en la terraza de nuestra oficina, acompañadas del obligado café y cigarrillo, acerca de los estrenos de cine. Nunca falta la que jamás recuerda el nombre del actor/actriz de la ultima película que vio en el cine, allá por el año 2005. Y entre esos comentarios surge el de la programación del cable y una película en particular: “Imagine me & you” donde la pareja protagónica son Rachel, quien acaba de contraer matrimonio y Luce, la florista que decora el salón de la fiesta. Líneas como: final edulcorado tipo Hollywood pero con un toque inglés para equilibrar; el marido estaba bárbaro; las comedias románticas son todas iguales pero a quién no le gusta un final feliz? Típica charla de oficina sin trascendencia luego de la cual, cada una regresa a sus cuestiones y el día sigue su curso habitual. 

Hoy es el día de la Visibilidad Lésbica y cuando leo la noticia en el diario, recuerdo esa pequeña charla intrascendente del día anterior, donde no se trata ni por un momento del hecho de que era una película con dos mujeres lesbianas... sí, lesbianas - palabra que sorprendentemente a muchos aun le cuesta pronunciar - Es entonces cuando caigo en la cuenta de lo afortunada que soy siendo quien soy y viviendo mi vida sin preocupaciones respecto a lo que piensen los demás, al fin de cuentas, lo único que persigo y pretendo es lo mismo que todos: ser feliz y respetada como ser humano. 

Sin embargo este es mi caso puntual y particular. Aun hoy, hay en todo el mundo miles de mujeres que por su orientación sexual sufren abusos innombrables en pos de "curarles" la desviación, niñas sometidas a vejaciones por parte de quienes se supone deben cuidarlas y protegerlas, no venderlas al mejor postor, centros de rehabilitación ilegales camuflados como clínicas destinados a "devolvernos a la normalidad" y no demasiado lejos de nuestro propio país, tal cual leyera en una nota reciente publicada por una colega. 

En un tiempo donde pareciera que el pensamiento único se impone, donde la diversidad, sea del matiz que sea, es susceptible de mirada crítica y la estructura va instalándose poco a poco sin que algunos ni siquiera lo noten, es importante que no tengamos miedo de decir quiénes somos, lo que pensamos y sentimos, no solo como mujeres sino también como seres humanos tan dignos de respeto como cualquier semejante.