Hoy es el día de la Visibilidad Lésbica y cuando leo la noticia en el diario, recuerdo esa pequeña charla intrascendente del día anterior, donde no se trata ni por un momento del hecho de que era una película con dos mujeres lesbianas... sí, lesbianas - palabra que sorprendentemente a muchos aun le cuesta pronunciar - Es entonces cuando caigo en la cuenta de lo afortunada que soy siendo quien soy y viviendo mi vida sin preocupaciones respecto a lo que piensen los demás, al fin de cuentas, lo único que persigo y pretendo es lo mismo que todos: ser feliz y respetada como ser humano.
Sin embargo este es mi caso puntual y particular. Aun hoy, hay en todo el mundo miles de mujeres que por su orientación sexual sufren abusos innombrables en pos de "curarles" la desviación, niñas sometidas a vejaciones por parte de quienes se supone deben cuidarlas y protegerlas, no venderlas al mejor postor, centros de rehabilitación ilegales camuflados como clínicas destinados a "devolvernos a la normalidad" y no demasiado lejos de nuestro propio país, tal cual leyera en una nota reciente publicada por una colega.
En un tiempo donde pareciera que el pensamiento único se impone, donde la diversidad, sea del matiz que sea, es susceptible de mirada crítica y la estructura va instalándose poco a poco sin que algunos ni siquiera lo noten, es importante que no tengamos miedo de decir quiénes somos, lo que pensamos y sentimos, no solo como mujeres sino también como seres humanos tan dignos de respeto como cualquier semejante.
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ResponderEliminarMuchas gracias por el dato!! Interesante e inquietante a la vez... me pregunto si más de uno tiene en cuenta que precisamente, quien los trajo al mundo, fue una mujer.
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