26 abr 2012

Visibilidad

En uno de los recesos dentro del día laboral, charlábamos ayer con dos compañeras en la terraza de nuestra oficina, acompañadas del obligado café y cigarrillo, acerca de los estrenos de cine. Nunca falta la que jamás recuerda el nombre del actor/actriz de la ultima película que vio en el cine, allá por el año 2005. Y entre esos comentarios surge el de la programación del cable y una película en particular: “Imagine me & you” donde la pareja protagónica son Rachel, quien acaba de contraer matrimonio y Luce, la florista que decora el salón de la fiesta. Líneas como: final edulcorado tipo Hollywood pero con un toque inglés para equilibrar; el marido estaba bárbaro; las comedias románticas son todas iguales pero a quién no le gusta un final feliz? Típica charla de oficina sin trascendencia luego de la cual, cada una regresa a sus cuestiones y el día sigue su curso habitual. 

Hoy es el día de la Visibilidad Lésbica y cuando leo la noticia en el diario, recuerdo esa pequeña charla intrascendente del día anterior, donde no se trata ni por un momento del hecho de que era una película con dos mujeres lesbianas... sí, lesbianas - palabra que sorprendentemente a muchos aun le cuesta pronunciar - Es entonces cuando caigo en la cuenta de lo afortunada que soy siendo quien soy y viviendo mi vida sin preocupaciones respecto a lo que piensen los demás, al fin de cuentas, lo único que persigo y pretendo es lo mismo que todos: ser feliz y respetada como ser humano. 

Sin embargo este es mi caso puntual y particular. Aun hoy, hay en todo el mundo miles de mujeres que por su orientación sexual sufren abusos innombrables en pos de "curarles" la desviación, niñas sometidas a vejaciones por parte de quienes se supone deben cuidarlas y protegerlas, no venderlas al mejor postor, centros de rehabilitación ilegales camuflados como clínicas destinados a "devolvernos a la normalidad" y no demasiado lejos de nuestro propio país, tal cual leyera en una nota reciente publicada por una colega. 

En un tiempo donde pareciera que el pensamiento único se impone, donde la diversidad, sea del matiz que sea, es susceptible de mirada crítica y la estructura va instalándose poco a poco sin que algunos ni siquiera lo noten, es importante que no tengamos miedo de decir quiénes somos, lo que pensamos y sentimos, no solo como mujeres sino también como seres humanos tan dignos de respeto como cualquier semejante.


2 descorrieron el telón:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muchas gracias por el dato!! Interesante e inquietante a la vez... me pregunto si más de uno tiene en cuenta que precisamente, quien los trajo al mundo, fue una mujer.

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