26 oct 2012

Lo he intentado mil veces



Lo he intentado mil veces
hice carne de mi alma y mi alma he vuelto carne
para encontrarme, para no perderme
por no ver la soledad rondando entre mis piernas
como un gato que hace ochos,
en busca del contacto de otro cuerpo.
Lo intenté hasta el cansancio
hasta el límite de mis fuerzas y mis goces
sin ponerle peros al amor
temiendo, es cierto, cuestionando;
por falta de certezas me fui quedando en blanco
recibí en respuesta una moneda
con una sola cara: la mía.
¡De qué me vale la libertad tan sola
de qué me vale tan sola la entereza!
Quiero ser débil, decirle sí al cansancio
acostarme sabiendo que en la noche
alguien limpiará mi rostro,
me verá dormida.
Sonreirá.
Dormir
ese sueño plácido con el que sueño
sin temer al derrumbe ni al olvido.
Y ahora me detengo
-una se cansa también de andar pidiendo-
"ya no grito más, el que quiera escuchar que escuche" dije
y creí que alguien lo haría. Mas
sólo una nube pasa amenazando lluvias
han pasado mil inviernos bajo mi frazada
los pies fríos en los de mi niña
dándome el único amor que aún me aguarda
cuando vuelvo del ruedo
cada día…

Maia Losch Blank 

0 descorrieron el telón:

Publicar un comentario