29 jun 2012

Todas queremos ser la Maga.

Llegar tanto a la cabeza, corazón, alma de alguien que acaben escribiendo una vez en la vida algo así. Quién no querría sentirse protagonista de una historia filtrada entre espacios en blanco e imágenes subconscientes, cómo no querer pasar las horas en la memoria de quien centrifuga momentos en plural.


La Virginia de Poe. Cristina para Cortázar. Massina haciendo magia en el mundo de Fellini. Ardant provocando creaciones de Truffaut. Dora para Picasso. Yoko en la cama de John. Bob Dylan pensando en Suze. Leonor en las venas de Machado. Beatriz inspirando a Dante. Edie Sedgwick en el objetivo de Warhol. Marilyn dando el sí a Arthur Miller. Alice sin país de las maravillas, Lewis Carroll inventándolo para ella. Gala en los colores de Dalí.

Solo hay una condición después de encontrarla:
No quitarle los ojos, las manos y las letras de encima de por vida.

Mi historia interminablehttp://comemeaversos.blogspot.com.ar/


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