"Me siento casi alegre,
casi alegre como quien se cansa de estar
triste."
Fernando Pessoa.
No, no es este el típico
domingo: aburrido, gris, solitario...
Se desdibujan las horas de la
siesta entre la cotideaneidad que va incorporándose de a poco y la
sensación de novedad que todo lo inunda.
No es el olor a
madera recién lustrada, no se esconde en las gavetas de los muebles
que van familiarizándose con el lugar ni reside tampoco en las
cortinas que acaban de encontrar su sitio justo...
Estará quizá tras las
plantas del balcón? Será bajo la almohada el lugar donde habita? No, no es
ahí.
Va de la mano del café frente
al ventanal y la vista de los arboles frente a mi?
No, por más que improviso un
recuento mental de cada rincón de la casa en un intento vano por descubrir que hace diferente a este domingo de tantos otros, no alcanzo
visualizarlo... es casi como si se me escurriera la idea entre los dedos
imaginarios de mi mente... y entonces caigo en la cuenta de lo que se trata...
si hoy es domingo, por consiguiente, mañana será lunes... y mañana, mañana
volveremos a encontrarnos.
0 descorrieron el telón:
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