El que todos llevamos un niño dentro es casi un
cliché en estos tiempos, donde no basta más que un vistazo alrededor para
comprobar, una vez más, que nuestros chicos crecen a pasos agigantados.
Estimulados por los medios y la tecnología que si
bien aporta y suma en el desarrollo académico, educacional y tantos otros
aspectos con los cuales generaciones como la mía, solo eran capaces de
imaginar, también son esos mismos medios quienes abren puertas que deberían
permanecer cerradas, al menos un tiempo más.
Sin embargo, pese a ello y la mirada que podría
contemplar el vaso medio vacío y despotricar contra el mundo, los aspectos
negativos de este crecimiento acelerado y sus consecuencias, hoy elegiré
colocarme los anteojos con el cristal de colores, rescatando la sonrisa de mi
ahijada al mirar con sus ojitos brillantes de emoción su regalo en éste el
primero de sus muchos días del Niño, me quedo con la anticipación que aun hoy a
mis 32 años y contando, sentí al pensar en el detalle que recibiría sin lugar a
dudas de mi tía consentidora; definitivamente conservo las risas y sonrisas de
las ultimas horas de domingo, entre superhéroes y carreras, finalizando el
día convertidas otra vez en niñas, disfrutando juegos compartidos antes de que
la vorágine de la semana nos reclame y atrape, devolviéndonos a la vida de
adultos de la que siempre, necesitamos un respiro.
Y felices quienes pueden divertirse como niños una vez mas!!!
12/08/12
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