Alza tus brazos, ellos encierran a
la noche, desátala
sobre mi sed,
tambor, tambor, mi fuego.
Que la noche nos cubra con una
campana
que suene suavemente a cada golpe
del amor.
Entiérrame la sombra, lávame con
ceniza, cávame del dolor,
límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.
Tú destruyes el mundo para que esto
suceda
tú comienzas el mundo para que esto
suceda.
-- Juan Gelman -
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