Mientras dura la
mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no
sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura
casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en
pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho
miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción.“
0 descorrieron el telón:
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