Empezaba este complicado mes
de noviembre a la vez que renunciaba a este espacio tan personal y a la vez tan
compartido mientras intentaba rearmarme para vislumbrar el camino ha seguir...
si es que había alguno.
Y curiosamente, pese a que sólo
ha transcurrido este mes, me he encontrado... y no sólo me encontré en el
abrazo y las palabras de mi protagonista del cuento, que no está muy segura o
convencida de protagonizar nuestra historia; tampoco lo hallé exclusivamente en
los amigos que incondicionalmente han estado a mi lado en ésta y tantas otras
etapas complicadas de mi vida ni únicamente en la fortaleza de mi piedra de
toque que es mi madre... no, todos ellos hicieron que volviera los ojos hacia
mí para recordar que de nadie mas que de mí depende cómo continúa la
historia...
No se trata de un final feliz
y la famosa perdiz de cena... el secreto está en como vamos escribiendo el
cuento, la manera en que desarrollamos la historia y nos relacionamos con cada
uno de aquellos que forman parte de la misma.
Mientras me debatía en mi momento
de desorientación y por qué no, de falta de creatividad para seguir mi propia
historia de vida, caí en la cuenta de mi imperiosa necesidad de compartir mi
locura y de que vos, sí vos, pese a todo, aún me encuentres en este lugar tan
nuestro... y así le di espacio a esa otra parte mí en transición
y
aun en construcción. Sin embargo, finalmente me encuentro en medio del temporal
emocional, dispuesta a seguir recargando mi pluma de tinta virtual y retomar
este cuento, que después de todo, es la historia de mi vida...
Y
todo aquel que alguna vez se paseó por este lugar, bienvenidos nuevamente!! La
historia recién empieza a escribirse y lo mejor, está por venir!!! (Eso sí, con una dosis extra de locura)
MG.
0 descorrieron el telón:
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